Cintia Birán, Psicológa.
¿Qué es el duelo?
El duelo es un proceso de adaptación que se produce frente a una pérdida. Cuando hablamos de pérdida no nos referimos exclusivamente a la muerte, puede también tratarse de situaciones de cambio que nos afectan como, por ejemplo: la jubilación, un cambio de empleo o ciudad, la ruptura de una amistad o relación amorosa, etc. En definitiva, hablamos de un tipo de pérdida no deseada, o en el caso de serla nos causa tal impacto que requiere en nosotros un tiempo de adaptación que no siempre es feliz.
¿Cómo afecta el duelo a las personas mayores?
En el caso de las personas mayores el duelo puede venir por diferentes vías, las pérdidas pueden ser diversas si bien pueden entrar dentro del proceso de crecimiento que implica esta etapa y que puede considerarse natural. La merma de la salud física y/psicológica, la pérdida de seres queridos, el no trabajar más, la posibilidad de la propia muerte, la partida de los hijos del hogar, las situaciones pueden ser muchas y ser susceptibles de un proceso de adaptación al que llamamos duelo.
¿Cómo se desarrolla el duelo?
Es posible que pasemos por diferentes etapas en el duelo, que nos cueste creernos la situación, sintamos enfado, que tratemos de negociar la pérdida, que sintamos depresión para posteriormente poder aceptarlo y transformarlo. No es nada sencillo llegar a este último punto, pero la mayoría de las personas podemos lograrlo. Cuando la tristeza se queda enquistada, cuando sufrimos por demasiado tiempo, mucho más de lo que consideraríamos un lapso prudencial y necesario, puede que estemos delante de un duelo patológico.
¿Qué podemos hacer frente a el duelo?
Para superar el duelo primero es importante permitirnos sentir, transitar el dolor. En un mundo donde hoy nadie quiere “malos rollos”, es posible que la gente no quiera escuchar tristezas o que lo supongamos cuando no es así. Es muy importante que nos podamos desahogar, con nosotros mismos, y con alguna persona de confianza, que nos conozca, que entienda nuestro dolor o al menos tenga la disponibilidad de la escucha, aunque no pueda ponerse en nuestra piel del todo. Normalizar el dolor es necesario, es algo que todos padecemos en algún momento. A medida que el tiempo vaya pasando es importante, poco a poco, intentar ir aceptando y pudiendo retomar, aunque sea una parte, nuestra vida normal. Sabemos que no es sencillo, pero como todo en la vida es necesario poner de nuestra parte para lograrlo. Si vemos que pasa el tiempo y que no podemos superarlo, no pasa nada, somos humanos, pero es muy posible que necesitemos ayuda profesional. Cuando decimos ayuda profesional no nos referimos al médico o médica de cabecera, que nos recete algo para dormir, o para tener más tranquilidad. Cuando el duelo se enquista, o nos desborda el dolor, es importante solicitar ayuda psicológica. Esta podrá ser complementada con otros tratamientos y abordajes, pero cuando tenemos un problema de índole psicológico es muy importante recurrir al profesional adecuando, en este caso el psicólogo o psicóloga. Allí encontraremos un espacio para hablar, para llorar, sin ser juzgados y donde podremos trabajar para superar nuestro dolor.
¡Ánimo! Que todo pasa, y tenemos muchas herramientas en la vida para poder salir adelante, solo hay que dar un pequeño primer paso.